7Sep
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Mito # 1: Tienes que ser de esa religión para ir a esa universidad. ¡Absolutamente no! Eso no solo es ilegal, sino que la mayoría de las escuelas tienen una porción bastante grande de estudiantes que se afilian a otra religión o que no tienen ninguna religión. Estas escuelas a veces pueden incluir clases adicionales que hacer tener que ver con la religión; en mi escuela estamos obligados a tomar 3 clases de religión, pero pueden ser una clase católica o una clase en casi todas las religiones principales. Algunas escuelas te obligan a asistir a eventos que pertenecen a la religión en particular: consulta el sitio web de la escuela o llama a la universidad y pregúntales directamente, ¡les encanta responder preguntas!
Mito # 2: Tienes que ir a una escuela secundaria religiosa para ir a una universidad religiosa. ¡Incorrecto! Fui a la escuela pública toda mi vida, al igual que muchos de los estudiantes de universidades católicas y cristianas. Miran sus SAT, su GPA y sus ensayos de solicitud, al igual que lo haría una universidad pública.
Mito # 3: ¡Van a intentar convertirme! ¡Por supuesto no! Nunca intentarán convertirte y siempre respetarán tus creencias. Ellos te darán oportunidades para encontrar un nicho en la religión y me encantaría ayudar si intentaras convertirte en miembro, pero eso siempre depende de ti para llegar a ellos para obtener ese apoyo; no te lo van a empujar.
Mito # 4: ¡Van a ser súper estrictos! No necesariamente. Mi escuela está configurada de manera un poco diferente, ya que los dormitorios mantienen a los niños y niñas un poco más separados que algunos universidades y hay un toque de queda para cuando los chicos pueden estar en la habitación, pero no hay reglas que te digan cómo vivir su vida. E incluso cuando llega la fecha límite de las 2 am para que los niños salgan de la habitación, nada te impide pasar el rato en la sala común que está abierta toda la noche o pasar el rato en los pasillos. Nuevamente, solo asegúrese de visitar el sitio web de la escuela para obtener más detalles o ¡llámelos!
El mejor consejo que puedo darte es que no dejes que las pequeñas cosas desvíen tu visión de una universidad que, por lo demás, es perfecta para ti. ¡Tome las cosas con un grano de sal, realice muchos recorridos y haga muchas preguntas!
Mucha suerte (¡y no tengas miedo de enviarme un mensaje en Facebook o dejarme comentarios!)
Jessica