1Sep
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lunes: Tenía un trabajo de historia pendiente... mi calificación depende en gran medida de lo bien que lo hice. Tanto estrés y presión no es el mejor comienzo para una semana. Aunque creo que lo hice bastante bien... creo. Además tuve 4 clases Y trabajo.
martes: Los martes suelen ser mis días tranquilos, pero tuve un taller de capacitación para el programa de tutoría entre pares durante 2 horas. Luego tuve que ir a una reunión de asesoría para determinar mi agenda para el próximo año (¡¿segundo año?! ¡Loco!) Y voy al horario de oficina de mi profesor de psicología. Antes de darme cuenta de que eran las 9 de la noche y estaba muerto de cansancio... ¡Pero todavía tenía toneladas de tarea que hacer!
miércoles: Habría sido un día menos estresante, excepto que tuve un examen de psicología por la mañana. Esa clase consume mi vida, así que pasé todo el día preocupándome por eso.
jueves: Con mucho, el día más loco de la semana más loca. Después de tomar mi examen de psicología, que creo que hice bien, tuve que correr para saludar a los futuros estudiantes universitarios. Se suponía que estaba de servicio solo por una hora, pero conocí a algunos estudiantes de último año de secundaria realmente geniales y terminé hablando con ellos durante 2 años y medio. Luego tuve que volver corriendo a la sala y prepararme para hablar en un panel sobre cómo es la vida en USD. Luego recogí a dos estudiantes que iban a pasar la noche conmigo y cené con ellos en nuestro comedor. ¡Pero no fue eso! Tenía un proyecto grupal por la mañana. Y ¡una prueba de alemán! ¡Digamos que mis pernoctadores pudieron ver de primera mano cómo se ve la procrastinación en la universidad!
viernes: Hice mi examen de alemán muy temprano y con muy poco sueño... con suerte no lo hice demasiado mal. A mi profesora de inglés le ENCANTÓ nuestro proyecto y me felicitó por la cantidad de trabajo que debíamos haber puesto en él (¡si ella lo supiera!). ¡Finalmente tuve la oportunidad de respirar después de eso!
Siento que después de esta semana puedo manejar mucho más de lo que la universidad tiene que arrojarme. Realmente solo se necesitan dos cosas: ¡gestión del tiempo y buena actitud! En algunos momentos de esta semana tuve que reírme de lo ridícula que era mi carga de trabajo. Este fin de semana me angustió... ¡pero quedan 4 semanas más!