2Sep
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Todos hemos estado allí: estás contando los minutos que faltan para que termine la clase para poder correr al baño a cambiarte el tampón, pero... disparo. Olvidaste poner uno en tu mochila. Te vuelves hacia un amigo y le susurras para ver si tiene uno, pero no lo tiene, así que tienes que trabajar en el coraje para preguntarle a otra chica de la clase con la que nunca has hablado realmente y rezar para que tenga un extra en su bolso. Puaj. No debería haber nada vergonzoso en necesitar un tampón (casi todas las chicas necesitan pedir prestado uno en algún momento), pero sigue siendo una interrupción incómoda de tu día. Tener que desembolsar dinero en tampones y toallas sanitarias es bastante molesto, pero buscar en tu mochila una moneda de veinticinco centavos por uno de esos incómodos, voluminoso almohadillas que tienen en el el baño en la escuela no es genial. Es por eso que w
La High School for Arts and Business en Queens acaba de convertirse en la primera escuela secundaria en un programa piloto de la compañía de atención médica Hospeco en ofrecer toallas y tampones gratuitos en el baño de niñas del primer piso. Hospeco espera expandir pronto el concepto a otras escuelas en la ciudad y el estado.
La concejal Julissa Ferreras-Copeland impulsó la iniciativa tras conocer que algunos estudiantes se quedaron casa de la escuela durante sus períodos, especialmente los que no podían permitirse comprar sanitarios productos. Tener tampones y toallas sanitarias en la escuela significaba que podían ir a la escuela todos los días sin preocuparse por sus períodos.
"Las escuelas deberían poder proporcionar toallas sanitarias y tampones como papel higiénico", Ferreras-Copeland dicho Información de ADN.
El dispensador y las recargas le cuestan a Hospeco algunos miles de dólares, pero es de acceso gratuito para los estudiantes. La escuela solo ha estado en sesión durante algunas semanas, pero el programa ya es un éxito.
"Es un poco molesto cargar a alguien pidiendo una libreta y tienes que sacarla de la clase", explicó una estudiante, Aracely Osorio, de 17 años. "Puede ser vergonzoso".
La presidenta del cuerpo estudiantil Celine Sierra, de 17 años, se hizo eco de sus pensamientos. "Ahora que tenemos esto en el baño, la vida es 100 veces mejor".
Incluso los muchachos están de acuerdo con la idea.
"Es algo bueno para ellos", dijo Thomas Allen, de 16 años. "Ya tenemos la comodidad de todo lo que necesitamos. Ayudará a muchas jóvenes cuando no tengan lo que necesitan ".
Este programa suena increíble y no podemos esperar a que el concepto se haga popular en todo el país.